Con unos dientes muy atrasados, la sonrisa de Antonio era cada día más forzada y su desgaste dental iba en aumento. Con 32 años, era una situación insostenible para nuestro paciente al que se le realizó un alargamiento de sus encías, colocación de láminas cerámicas, corrección de color y ajuste final global.
Lo que todos conocemos como apiñamiento dental, puede estar producidos por muchas causas, la principal, un incorrecto tratamiento en sus etapas más incipientes, para permitir un alineamiento correcto de los dientes. Este problema, muy frecuente en nuestra sociedad, produce efectos nocivos para nuestra salud y para nuestra estética dental, mostrando una sonrisa cortada.
La ortodoncia no tiene edad, y en la clínica utilizamos el método que mejor se adapta a cada necesidad. Nuestro programa “Sonrisas siempre bellas” nos permite garantizar un resultado perfecto, incluso en los casos más graves.
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