Desde que somos pequeños, nos inculcan una serie de hábitos para cuidar nuestros dientes que, la mayoría de las veces, se reduce a cepillárnoslos después de cada comida y no comer muchos productos ricos en azúcares para evitar las caries. A nuestras madres y abuelas no les falta razón, pero también existen otras formas de cuidar nuestra salud bucal que la mayoría de las veces pasan desapercibidas y no se tiene en cuentan, como puede ser el hecho de que hay determinados alimentos que ayudan a mantener nuestros dientes fuertes y sanos. Y otros que no lo son tanto.
Entre los productos que son beneficiosos para nuestros dientes encontramos el té verde, que contiene antioxidantes y es rico en flúor, los chicles sin azúcar, que ayudan a segregar saliva rica en componentes antibacterianos o las zanahorias, manzanas y los apios, que ayudan a limpiar los dientes. Asimismo, también se recomienda beber mucha agua y productos lácteos, que son ricos en calcio, fósforo y vitaminas A, D y B, y las fresas, que tienen ácido málico y es un blanqueador dental natural. Y por último, para sorpresa de algunos y felicidad para muchos, el chocolate negro también se recomienda comer y es bueno para los dientes ya que refuerza el esmalte.
Por el contrario, y como la mayoría sabemos, los caramelos ricos en azúcares no son recomendables ya que favorecen la aparición de caries y tampoco lo son el café y el té en altas cantidades, ya que manchan los dientes. Lo mismo ocurre con el vino tinto. Tampoco es muy bueno abusar del hielo o los cítricos, ya que erosionan los dientes, ni de los alimentos pegajosos o las patatas fritas, ya que se suelen quedar más tiempo en los dientes y requieren entonces de una mayor higiene dental. Los refrescos, las bebidas energéticas u alcohólicas también pueden causar caries u otras infecciones orales.
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