Alguna vez, nuestros pacientes nos preguntan sobre cómo debe llevarse a cabo un cepillado de dientes adecuado y muchas veces si el enjuague bucal es realmente efectivo o no. Por eso queremos profundizar un poco en ello. En primer lugar queremos aclarar que sin un cepillado de dientes bien realizado anteriormente, el enjuague bucal no sirve de nada. Es decir, no se trata de un producto milagroso que solo por echarlo en la boca conseguirá hacer desaparecer las caries, curar nuestras encías y dejar un aliento fresco permanente.
Pero su uso, tras un correcto cepillado, sí que es efectivo y refuerza mucho su acción, haciendo que su efecto dure más en el tiempo y potenciando algunos de sus beneficios sobre la higiene de nuestra boca. En este sentido, existen diferentes enjuagues bucales según las características de las encías o las necesidades específicas de cada uno, como pueden ser reforzar la lucha contra las bacterias que producen la caries, ayudar a mitigar la hipersensibilidad dental, problemas como Gingivitis o Periodontitis y hasta para el mal aliento, y por ello es adecuado pedir opinión a un dentista de confianza para que nos aconseje qué enjuague se adecua mejor a nuestra boca.
Sobre el mal aliento cabe destacar que si se trata de un problema prolongado en el tiempo el enjuague bucal tampoco es la solución, puesto que seguramente se trate de alguna caries escondida o alguna otra infección que debe ser tratada por un especialista. Pero si no es el caso, su uso junto con un buen cepillado, el apoyo del hilo dental y una revisión periódica al dentista ayudará sin duda a conseguir una sonrisa como la de los anuncios de la tele.
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