A medida que la vida nos ha ido imponiendo un modelo de perfección que solo se encuentra en los anuncios publicitarios, a la vez que el ritmo frenético que llevamos cada vez es mayor, las consultas de los dentistas se han ido llenando de más y más pacientes que padecen bruxismo derivado del estrés en el que se ven envueltos día a día. Para quien todavía no esté familiarizado con el término, aclararemos que el bruxismo es el acto involuntario de apretar o rechinar los dientes y que, a la larga, facilita el deterioro de los mismos sin ser consciente de ello.
Pero como vivimos envueltos en esa misma vorágine de rapidez y estrés en todo momento, la mayoría de las veces el paciente, ya que se trata de un acto involuntario, no se da cuenta de que padece bruxismo y entonces no es capaz de prevenirlo como debiera y sus dientes se resienten poco a poco. Es por ello que si se es de carácter nervioso o se está pasando por una etapa de estrés que se acuda al dentista para favorecer un diagnóstico precoz y evitar efectos secundarios con un buen diagnóstico a tiempo.
Lo más habitual en la mayoría de los casos suele ser utilizar una férula de descarga para proteger la presión de los dientes cuando se aprieta, especialmente por las noches, pero otras muchas veces se puede evitar poniendo en práctica una serie de hábitos saludables durante el día encaminados a reducir el estrés y la ansiedad, como puede ser aprender técnicas de relajación, dormir bien o poner en práctica técnicas de estiramiento fisioterapéutico. Su dentista de confianza realizará un diagnóstico fiable a su medida y en la clínica Rafael García Vega siempre estaremos encantados de atenderles con el mejor equipo de profesionales.
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